Pero a veces ese esfuerzo nos quema, nos consume lentamente y no nos deja avanzar porque únicamente pensamos en hacer las cosas "correctas" para la sociedad, porque se nos han impuesto y por ello es un deber, que a veces se convierte en moral.
Dicen que si quieres que algo te salga bien deberás ESFORZARTE, pero no, yo no estoy de acuerdo...
En ocasiones, es ese esfuerzo el que no nos hace disfrutar plenamente de lo que hacemos, ya que al tener que hacer, el objetivo es simplemente: HACERLO.
¿Pero no hay más allá que lo meramente hecho?
Si, más allá del "tener" y "deber que" está el disfrutar de lo que hacemos.
Disfrutando siempre todo será más fácil, nos guiaremos por el hacer, pero esta vez no será un
Hagas lo que hagas, hazlo por placer.
Que el disfrutar de lo que hacemos sea el objetivo.
Siempre, ad libitum.
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